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Una historia de Niños


Esta es una historia de dos niños que vivían en diferentes lugares y tenían muchas cosas en común aunque ellos no lo sabían.

Uno de ellos es Marc un niño inquieto, inteligente, travieso que le encantaba jugar y tenia todos los juguetes que estaban de moda. Su familia estaba compuesta por su Papá, su Mama y su hermana quien lo quería mucho y siempre estaba cuidándolo.
David también era un niño muy inteligente e inquieto, él vivía con su padre a quien admiraba y quería ser como él, a David le encantaban los animales y se imagina historias con ellos y las dibujaba.

Y aunque los dos tenían todo lo que les gustaba se aburrían fácilmente y no sabían por que.
Marc con todos sus juguetes se cansaba y ya no quería jugar con ellos y quería algo más, que no sabía que era y aunque su Papá, su Mamá y hermana siempre estaban ahí para él, él seguía aburriéndose.

Y a David le pasaba lo mismo llegaba un momento en que ya no quería dibujar ni hacer historias y aunque admiraba a su padre y su Papá estaba siempre ahí para él, sentía que le faltaba algo que no sabía que era.

Un día les avisaron a los padres que había un torneo de pesca, que duraba una semana, así que los padres decidieron ir al torneo con sus hijos.
Llegaron todos emocionados al torneo y lo que paso en ese torneo cambio la vida de los niños.

Ellos eran los mas pequeños de los niños y los niños grandes no los querían a su lado, así que tenían que unirse ellos dos pero ellos cuando se vieron no se cayeron bien.
Se dieron cuenta que no les gustaba los mismo que mientras Marc quería jugar a la pelota David quería ir a ver a los animales y no se podían poner de acuerdo.

Así que los padres decidieron que tuvieran una actividad juntos, que buscaran ramas para la fogata y que cada uno jugara con el otro a lo que el otro le gustaba haciendo todo lo posible para que el otro se sintiera bien, lo tenían que hacer con gusto.
David protesto: ¿Cómo Papá?....
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La Adhesión con el Creador



-¡Wow es de lo más interesante que he visto!.
-¡Vamos Valentín, sólo a ti te gustan esas cosas que ya ni se usan!, no están de moda, ya las personas ni hablan ese lenguaje.
-¡Es que tú no sabes apreciar el pasado, pero en el pasado está la verdad de lo que somos, era mejor que lo que estamos viviendo! respondió Valentín.
-Anda, ¡vamos mejor a jugar futbol.
-¡Ve tú! voy a revisar unas cosas en la Biblioteca, te alcanzo al rato.
-Está bien pero no tardes, no te hagas viejo en la Biblioteca, jajajajaja, y el amigo de Valentín se fue corriendo.


Este era Valentín, un niño de 11 años que le gustaba mucho las lenguas antiguas, el latín, el griego y el hebreo las cuales estudiaba con gran dedicación, él pensaba que lo que es el hombre esta definido en el pasado.
Y aunque todos sus compañeros le decían que perdía su tiempo, él seguía estudiando y aprendiendo esas lenguas.
Un día llegó su padre con un libro en hebreo.
-Ten hijo, llegó este libro a mis manos y lo mejor es que tú lo tengas.
-Gracias papi, está fabuloso. Vea que letras tan bonitas tiene.
-Sí hijo.
-Voy a ver de qué se trata y subió corriendo Valentín a su cuarto...
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